Cómo me convertí en pirata para impactar

Imagina la siguiente escena. Entras a una sala llena de profesionales y empiezas tu presentación con la frase: «Soy licenciada en ADE, con un máster en dirección financiera, otro en gamificación y narrativa transmedia, y un posgrado en Business Intelligence…» Admitámoslo: a los cinco segundos, la mayoría ya está pensando en su próximo café.

Ahora bien, ¿qué pasaría si empezaras con algo así?

Soy la pirata Ana Gonzalvo, conocida mundialmente como Reddish Ana.
Mi lema es EL PRINCIPIO ES HOY, y tengo tres superpoderes:

La cosa cambia, ¿verdad? Te explico a continuación los detalles.

En el marco de la Fira de Novembre de Vilanova i la Geltrú (más info AQUÍ), la Federació Empresarial del Gran Penedès organiza y promueve el Espai de Negocis: una veintena de empresas del territorio participaron en esta segunda edición. Y entre ellas, estaba yo presentando el proyecto Latitud Pro.

Las exposiciones de los ponentes siguen un formato de “elevator pitch”. Cada empresa disponía de un máximo de 5 minutos para presentar su proyecto. Y yo tenía muy poco tiempo para elaborar un material de apoyo en condiciones. Así que decidí enfocarme en el mensaje y arriesgar presentando los valores de la gamificación con mi avatar Reddish Ana.

Os dejo a continuación una de las tres transparencias que proyecté. ¿Creéis que arriesgué?

Puede que sí. Pero conseguí el objetivo que perseguía: TODOS ME RECUERDAN. Y es que el poder de una buena historia es alucinante. Contamos historias. Y escuchamos historias. Y si son épicas, mejor.
En próximos artículos os explicaré más detalles sobre el poder de un avatar usado en entornos serios, como el trabajo. Un avatar demuestra una construcción empírica y exponencial de la personalidad del usuario. Puedes ser quien desees, con los poderes que más te identifiquen. Su construcción supone un ejercicio creativo chulísimo. Pero también ayuda a comprenderse mejor.

Os hago un pequeño resumen de mi presentación:

En un mundo empresarial cada vez más competitivo, las empresas que saben contar historias con datos tienen una ventaja significativa, ya que son estas las que serán capaces de anticiparse y provocar el cambio.