El talento: lecciones de Ferran Adrià

Cuestionar para innovar

Ferran Adrià desafía la idea de que la innovación lo es todo. En su charla, exploró el talento como motor del cambio y la importancia de cuestionar para evolucionar. Falta gestión, no ideas.

El talento: más que pasión y esfuerzo

Uno de los primeros puntos que destacó Adrià fue que el talento no es solo una cuestión de pasión, esfuerzo y constancia. Aunque estos elementos son importantes, no son suficientes. Hay una parte del talento que es genética, y otra que se entrena. Esto desafía la narrativa clásica del «querer es poder» y nos obliga a repensar cómo educamos y desarrollamos el talento.
Aquí surge una cuestión provocadora: ¿Cómo abordamos la educación del futuro si sabemos que hay personas con diferentes grados de talento en distintas disciplinas? ¿Le decimos a un niño que no tiene talento en algo? Este dilema nos lleva a la necesidad de repensar el modelo educativo y adaptarlo a las capacidades y potenciales individuales. Os confieso que es una cuestión que me provoca respuestas contradictorias.

Cuestionar el status quo: la incomodidad necesaria

Adrià insistió en la importancia de cuestionarlo todo. Explicó que «cuestionar el status quo continuamente es incómodo«, pero necesario. Sin este ejercicio de desafiar lo establecido, la innovación se estanca.
¿Cómo se denomina la habilidad de transformar ideas en soluciones? No es creatividad, ni imaginación. ¿Innovación? Pese a que Adrià la define como una capacidad POLIÉDRICA, tampoco sería ese el término adecuado.

El talento como motor del mundo

Suele afirmarse que la innovación es el motor de todo. Adrià afirmó:

Reflexionar para hacer cosas excepcionales

Otra idea potente que surgió fue:

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